Filosofía


El miniaturismo es un vehículo para conseguir la fusión del cuerpo y mente.
Ha sido usado desde tiempos antiquísimos hasta nuestros días en todo el mundo ya que :
Psicológicamente, una casita  representa un ideal. Cada persona responde a ellas instintivamente, el echo de planificar, dibujar, montar, pintar y finalmente contemplar,  casitas puede ayudar a eliminar la sensación de fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar la creatividad y a reconectarnos con nuestro "Ser esencial", más allá de su edad, género, cultura, etc. Internarse en el mundo de las miniaturas se asemeja a un viaje hacia nuestra esencia, permitiéndonos pensamientos hasta entonces desconocidos, y que brote la sabiduría de nuestro interior. Nos ayuda a centrarnos cuando estamos dispersos o perdidos y a encontrar la calma en medio de las tormentas.
Los diseños de las casitas varían, pueden ser muy simples o extremadamente complejos, pero siempre mantienen similares características.
Brindar la posibilidad, de utilizar esta técnica de meditación para, entre otras posibilidades, desplegar las potencialidades creativas, centrarnos y armonizarnos. Cuando dibujamos, pintamos o construimos una casita nos conectamos con nuestra propia esencia y nos enriquecemos con los Valores que allí habitan.

Beneficios psico-espirituales del trabajo con miniaturas:
La meditación activa que realizamos a través de las casitas nos abre las puertas al contacto con el espíritu universal. Propicia el autoconocimiento, la auto-expresión y la curación de la fragmentación. En los tiempos de crisis en que vivimos nos permite hacer centro en nosotros mismos y expandir nuestra conciencia desde el mundo de lo separado y sin sentido al reino de la totalidad y la interrelación.
Así es cómo empiezan a brotar ciertas cualidades y actitudes que nos llevan a vivir mejor. A medida que trabajamos con las miniaturas, podemos sentir cómo crece la paciencia en nosotros y disfrutar por esa semilla de paz que estamos sembrando. La paciencia es el arte de aceptar que hay un momento para cada cosa y que cada proceso tiene su propio tiempo de desarrollo; que no favorecemos el equilibrio de nuestro trabajo si lo hacemos con urgencia y tiempos fijos.
Otra cualidad que se va desarrollando es nuestra capacidad de asombro, de ver cada instante con ojos nuevos y disfrutar así la vida más plenamente. También cultivamos una actitud de aceptación, con curiosidad ante el cariz que va tomando la obra que tenemos ante nosotros. Intentamos dejar de lado los juicios automáticos a los que somos tan propensos, esa cruel crítica con la que solemos desalentarnos a nosotros mismos. Y desarrollar una actitud de desapego dejando libre, soltando, cualquier pensamiento, emoción o deseo que intente apoderarse de nuestra mente.
Sostenemos nuestra atención en la casita  como un ancla que nos ayuda a mantenernos en el momento presente y nos miramos con amor  y reverencia por lo que somos y por lo que somos capaces de hacer.
A medida que estas cualidades crecen en nuestro corazón, facilitamos que se fortalezcan en la conciencia de muchas más personas.
El miniaturismo es un arte que permite por medio de un soporte, llegar a la meditación y a la concentración, para exprimir nuestra propia naturaleza y creatividad. El miniaturismo es un instrumento de pensamiento. Es tambien una forma de arte-térapia.
Sus vitudes terapeuticas permiten recobrar el equilibrio (recentrage), el conocimiento de si mismo (intuición creativa e interpretación de sus propias creaciones), el sosiego y la calma interna. ( concentración y olvidar los problemas), necesarios para vivir en harmonia.

 

M.S.